Haciendo un poco de limpieza en el ordenador, encontré fotos de estos últimos años, tiempo en el que he vviajado, he conocido, he aprendido a vivir.
Repasando cada una de las imágenes, soy conciente de la importancia que tiene para mí la fotografía. Desde el minuto uno, la cámara fue, es y será mi más fiel compañera, mi ayuda memoria, mi verdadera caja de recuerdos.
Cada foto es un recuerdo. Cada recuerdo es un momento. Cada momento es mi vida...
Por eso, la tarjetita de hoy es un poco en recuerdo a esa compañera de viajes, de caminatas: Mi cámara de fotos.
El detalle es que hoy se trabajará con otro tipo de técnica tridimensional, mucho más sencillo aún. Para hacer la siguiente tarjeta necesitaremos:
Manos a la obra!
Lo primero será recortar la forma de una pequeña cámara de fotos en un papel cuyo diseño no sea demasiado llamativo pues se perderían los detalles.
Después, tomar una troqueladora con formato circular o simplemente unas tijeras y recortar dos o tres círculos de distinto tamaño.
Entintar los bordes de nuestra camarita para darle algo de profundidad y luego, con la cinta de doble faz, pegar los círculos de manera que queden de mayor a menor. De esta manera le deremos forma al objetivo de nuestra cámara.
Yo le sumé una pequeña piedrecita brillante para simular la lente...
Finalmente, y a nuestro gusto, decoramos la journal card.
En mi caso, lo hice con retazos de papel con un aspecto envejecido y de recortes, a lo que le agregué el marco de una foto Polaroid, que le dió a mi tarjetita un aire de viejos recuerdos...
Oh my sweet sunshine!!!
La vida pasa rápido, demasiado para nuestro gusto...muchas veces el tiempo se va tan rápido que olvidamos aquellas cosas que, por ser simples, parecen ser poco importantes.
En la vida todo es importante, lo bueno y lo malo... lo complejo y lo sencillo.
Cada minuto cuenta...
Por eso ¿Por qué no aprovechamos cada instante para disfrutarlo como se merece?
Hasta mañana!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario