miércoles, 2 de marzo de 2016

Es curioso.

Es curioso que, después de tantos años de estar dando vueltas por las redes y de publicar en este espacio, no me haya acostumbrado a mantener un ritmo.
Mi vida es sencilla, sin embargo, el día a día, los caprichos de mi niña de 18 meses y la faena constante de una sencilla ama de casa, me lleva a que casi no tenga tiempo de sentarme tranquilamente a terminar mis trabajos y poder mostrárselos a Uds. en este blog.
Esta mañana me desperté tan temprano como de costumbre...


La ciudad apenas estaba abriendo los ojos y yo ya hacía casi dos horas que había abierto los míos...
Después de un rápido desayuno...


... que me acompañó en la revisión diaria de mi agenda (la que uso constantemente sin perder detalle para poder cumplir con todas las tareas que lleva mi día), me puse manos a la obra con los quehaceres de la casa y la constante atención que me exige mi pequeña princesita.
Después si, finalmente logré sentarme un tiempo razonable para poder adelantar algo en mi último trabajo con las acuarelas.




Es un trabajo que lleva, no sólo mucho tiempo sino bastante paciencia...
Pese a ello, estoy bastante conforme con el resultado que voy logrando...

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